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TERAPIA INFANTIL
Los niños tienen un mundo interior inmenso del que muchas veces no somos conscientes y que ellos mismos no siempre pueden gestionar. Si les damos la oportunidad de expresarse, quizás nos dejen ver un poquito de su maravilloso mundo; y si entendemos que su cerebro no funciona como el nuestro, les daremos tiempo, espacio y herramientas para manejar mejor todo ese universo de emociones.
Cada niño es diferente. No hay dos niños que respondan exactamente igual ante la misma situación, y es importante recordar que no hay una respuesta mejor que otra. Las comparaciones no ayudan, y suelen provocar inseguridad, frustración e incluso rabia en el niño.
A esta edad, el trabajo en equipo de toda la familia es fundamental. Por eso, los padres son una pieza clave
durante el tratamiento y también recibirán apoyo, orientación y entrenamiento en las habilidades
necesarias para gestionar los conflictos y tener un mejor ambiente familiar.
NOTA: Este índice es un resumen de los temas que habitualmente trato en consulta. Si lo que le ocurre a tu hijo/a o lo que siente no está reflejado en esta lista, no significa que no os pueda ayudar. Si estáis interesados en que trabajemos juntos, podéis poneros en contacto conmigo aquí.
PROBLEMAS Y DIFICULTADES EMOCIONALES
Los niños tienen muchos recursos para sobrellevar algunos de los desafíos que plantea la vida pero, al igual que ocurre con los adultos, ellos también se ven a veces superados por las circunstancias. Pueden aparecer dificultades con algún compañero en el colegio, celos por la llegada de un hermano pequeño o tristeza por la separación de sus padres. Y no siempre les resulta fácil poner nombre a lo que sienten, por eso en muchas ocasiones contestan "bien" o "mal" al preguntarles cómo se encuentran. Nuestro reto será enseñarles a identificar sus propias emociones y darles herramientas para que puedan gestionarlas de manera adecuada.
Algunas de las dificultades emocionales más frecuentes en niños son:
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Ansiedad infantil
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Depresión infantil
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Celos
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Miedos y fobias
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Inseguridad y timidez
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Duelo
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Divorcios
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Problemas de sueño (causa emocional)
PROBLEMAS DE CONDUCTA EN NIÑOS
Cuando pensemos que un niño "se porta mal", recordemos que los niños a menudo expresan sus dificultades emocionales a través de problemas de comportamiento, cambios bruscos de humor o problemas en el colegio. Un "mal comportamiento" puede estar escondiendo tristeza, frustración, ansiedad o incluso miedo. En esos casos, nuestro objetivo será identificar qué emociones pueden estar causando esos comportamientos.
Algunos de los problemas de conducta más habituales en los niños son:
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Desobediencia
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Agresividad
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Rabietas
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Impulsividad
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Negativismo
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Irritabilidad
PROBLEMAS ESCOLARES
Hay muchas causas detrás de un problema en los estudios: estrés, falta de autoestima, preocupaciones, poca organización... La señal de alarma suelen ser los suspensos o los avisos por parte de los profesores. Nuestro sistema educativo tiende a etiquetar a los estudiantes en función de los resultados y de su comportamiento, con poco margen para el cambio. Así, un niño un poco inquieto o curioso puede ser castigado por "mal comportamiento" y quedarse con la etiqueta de mal estudiante año tras año. Además, el sistema está excesivamente enfocado a la memoria y la teoría, dejando poco espacio a la creatividad y la experiencia; esto hace que muchos niños saquen malas notas o incluso se les presuponga menor capacidad académica, cuando simplemente tienen un estilo de aprendizaje diferente.
Al colegio se va a aprender, a convivir, a disfrutar y a hacer nuevos amigos. Desgraciadamente, muchos niños sufren acoso escolar por parte de algunos de sus compañeros, afectando no sólo al rendimiento académico (un mal menor), sino a su autoestima y concepto de sí mismos. La lucha contra el acoso escolar debe ser un trabajo en equipo entre profesores, familia, psicólogos y pedagogos.
Algunos de los problemas escolares más frecuentes en los niños son:
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Dificultades de atención y concentración
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Acoso escolar
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Falta de motivación
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Bajo rendimiento
ACOSO ESCOLAR
El acoso escolar es demasiado frecuente en nuestros colegios e institutos. Desgraciadamente, demasiados alumnos sufren humillaciones por parte de sus compañeros de clase y con las nuevas tecnologías, el acoso se ha trasladado también a internet, donde el impacto es mucho mayor por la rapidez con la que se difunden las imágenes, los rumores o los mensajes vejatorios.
El bullying no es una cosa de chavales, ni algo que tomarse a la ligera. El bullying es acoso y es violencia. Sólo por poner algunos ejemplos de lo que muchos niños tienen que soportar a diario:
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Agresiones y amenazas verbales: insultos, motes ofensivos, burlas, chantajes...
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Agresiones y amenazas físicas: empujones, golpes...
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Rechazo social: exclusión de las actividades en grupo y burlas colectivas
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Acoso a través de las tecnologías: mensajes en el móvil y redes sociales, difusión de bulos y rumores, fotos publicadas sin permiso, comentarios vejatorios e insultos en fotografías publicadas...
Este acoso puede acabar teniendo consecuencias muy negativas en el desarrollo de la personalidad, las habilidades sociales y la salud mental del niño. Es frecuente ver cómo sufren problemas de autoestima y confianza (en sí mismos y en el resto del mundo), depresión, ansiedad, soledad, abandono e incluso desesperanza. Aunque es menos frecuente que en el caso de los adolescentes, pueden aparecer pensamientos suicidas. También pueden aparecer problemas de conducta, cambios de humor o en sus relaciones sociales y familiares: aislamiento, inseguridad, timidez y a veces agresividad. El rendimiento académico también suele verse afectado, pierden el interés por los estudios y casi por cualquier cosa.
Terminar con este tipo de acoso es un trabajo de TODOS: profesores y directores, alumnos, padres y psicólogos. No es un tema menor ni una tontería sin importancia. Está en juego su salud física, mental y emocional.